Nuestra Historia

Hace más de 30 años que nacimos como Cabaña y hoy se ha convertido en nuestra mayor pasión. Ver nacer un ternero, mirarlo retozar junto a su madre en el campo, seguir su desarrollo, ver luego a sus hijos y a sus nietos, ver a las vacas, cada una con su propia historia, e imaginar qué padre puede ser el mejor para sus hijos.
Pocas cosas se comparan a la satisfacción del trabajo compartido y bien hecho. Pocas cosas se comparan a los amigos que se ganan y con los cuales se comparten ilusiones.

Arrancamos en un muy pequeño campo en Gral. Belgrano, Pcia. de Buenos Aires, y en un corto tiempo conformamos un plantel reducido pero muy exigentemente seleccionado gracias a que diseñamos una revolucionaria innovación en la concepción de una Cabaña; utilizamos, con intensidad, la entonces poco difundida tecnología de transplante embrionario.

Ante la reducida oferta de madres de primer nivel recurrimos a la novedosa idea de formalizar convenios con Cabañas argentinas de primera línea que aportaban sus mejores vacas. Nosotros ofrecíamos semen de los más prometedores terneros que seleccionábamos cuidadosamente y el transplante permitía distribuir los resultantes embriones. 

Más adelante complementamos estos convenios con un importante acuerdo de producción con ACE, la más exitosa Cabaña de los Estados Unidos de ese momento, a través de un programa de transferencia de embriones congelados utilizando su destacadísimo plantel de donantes.

En un plazo raramente breve. Los resultados coronaron el proyecto y en el primer año logramos una Gran Campeón Hembra en Otoño y debutamos en Palermo con dos primeros premios y un Res. Campeón Ternero que, al año siguiente, 1986, se consagró como nuestro primer Gran Campeón de esa exposición y precio máximo del año de todas las razas. Se inició así una serie ininterrumpida de más de 97 Grandes Campeones y Reservados Grandes Campeones en las tres principales exposiciones de la raza, amén de más de 230 Campeones y Reservados.

Desde algunos años antes fuimos conformando un seleccionado plantel Puro Registrado que hoy es motivo de real orgullo y un ejemplo de respuesta a la cada vez más exigente demanda. Madres, en su mayoría hijas de nuestros Grandes Campeones, que producen los toros pesados, de fácil engorde y funcionales que tanto aprecian los criadores al punto de haber logrado reiteradamente los promedios más altos de todas las razas en las sucesivas ventas anuales.

En 1991 decidimos abrir “Las Tranqueras” e irnos afuera incorporando a nuestro plantel algunas de las mejores hembras de los Estados Unidos.

Una parte de esas hembras viajaron a la Argentina para producir localmente, otra permaneció en su país produciendo embriones y crías naturales para Argentina y Estados Unidos. De esta forma “Las Tranqueras” pudo vender parte de su producción en ambos países.

Comenzamos a presentar algunos de nuestros productos en las más destacadas exposiciones y muestras de Estados Unidos obteniendo la Reservada Gran Campeona y con Thunder el Gran Campeón de la National americana, la exposición más relevante de ese país. Por primera vez en la historia de la raza, una Cabaña argentina obtuvo esta profusión de éxitos.

Mientras tanto, nuestras madres producían en Argentina toros a la altura del primer nivel internacional, permitiéndonos usarlos intensamente sobre nuestros planteles.

Varios de nuestros toros han tenido una positiva influencia en el desarrollo de la raza en la Argentina. Nuestro primer Gran Campeón de Palermo, en 1986, el recordado Hechicero, hijo del Enforcer, es el toro que ha construido la familia materna que respalda al popular Satanás. Edward, Bienvenido, Rainbow, Vagabundo, Satán, Saltarín, Thunder son algunos de esos padres destacados, a los que se agregan los nuevos Farolito y Festejado.

Haber obtenido en 2009 el Premio La Nación-Banco Galicia al Mejor Cabañero y haber recibido Marta en 2010 el Premio Clarín a la Trayectoria Ganadera, son satisfacciones inolvidables.

En 2006 iniciamos la crianza de la raza Angus adquiriendo un importante conjunto de hembras de Pedigree y Puro Controlado y embriones de vacas consagradas tanto argentinas como americanas. La respuesta a nuestra producción, en nuestros remates y en exposiciones, fue desde el inicio muy alentadora.

Las Tranqueras ha sido y sigue siendo un proyecto con una fuerte dedicación personal agregándole nuevas y renovadas esperanzas en cada ternero que nace. Trabajo que se hace posible gracias a la colaboración de quienes todos los días, en el campo, nos acompañan con sus mejores esfuerzos y a quienes nos asesoran en las diferentes especialidades.

Compartimos con orgullo la satisfacción que los resultados de la producción de nuestros reproductores de Pedigree y Puros Registrados y Controlados generan en los rodeos que, año tras año, los incorporan. Decimos que la nuestra es una “Genética de Campeones…probada a campo…para transformar su inversión en beneficios”.

Nuestra Historia

Hace más de 30 años que nacimos como Cabaña y hoy se ha convertido en nuestra mayor pasión. Ver nacer un ternero, mirarlo retozar junto a su madre en el campo, seguir su desarrollo, ver luego a sus hijos y a sus nietos, ver a las vacas, cada una con su propia historia, e imaginar qué padre puede ser el mejor para sus hijos.
Pocas cosas se comparan a la satisfacción del trabajo compartido y bien hecho. Pocas cosas se comparan a los amigos que se ganan y con los cuales se comparten ilusiones.

Arrancamos en un muy pequeño campo en Gral. Belgrano, Pcia. de Buenos Aires, y en un corto tiempo conformamos un plantel reducido pero muy exigentemente seleccionado gracias a que diseñamos una revolucionaria innovación en la concepción de una Cabaña; utilizamos, con intensidad, la entonces poco difundida tecnología de transplante embrionario.

Ante la reducida oferta de madres de primer nivel recurrimos a la novedosa idea de formalizar convenios con Cabañas argentinas de primera línea que aportaban sus mejores vacas. Nosotros ofrecíamos semen de los más prometedores terneros que seleccionábamos cuidadosamente y el transplante permitía distribuir los resultantes embriones.

Más adelante complementamos estos convenios con un importante acuerdo de producción con ACE, la más exitosa Cabaña de los Estados Unidos de ese momento, a través de un programa de transferencia de embriones congelados utilizando su destacadísimo plantel de donantes.

En un plazo raramente breve. Los resultados coronaron el proyecto y en el primer año logramos una Gran Campeón Hembra en Otoño y debutamos en Palermo con dos primeros premios y un Res. Campeón Ternero que, al año siguiente, 1986, se consagró como nuestro primer Gran Campeón de esa exposición y precio máximo del año de todas las razas. Se inició así una serie ininterrumpida de más de 97 Grandes Campeones y Reservados Grandes Campeones en las tres principales exposiciones de la raza, amén de más de 230 Campeones y Reservados.

Desde algunos años antes fuimos conformando un seleccionado plantel Puro Registrado que hoy es motivo de real orgullo y un ejemplo de respuesta a la cada vez más exigente demanda. Madres, en su mayoría hijas de nuestros Grandes Campeones, que producen los toros pesados, de fácil engorde y funcionales que tanto aprecian los criadores al punto de haber logrado reiteradamente los promedios más altos de todas las razas en las sucesivas ventas anuales.

En 1991 decidimos abrir “Las Tranqueras” e irnos afuera incorporando a nuestro plantel algunas de las mejores hembras de los Estados Unidos.

Una parte de esas hembras viajaron a la Argentina para producir localmente, otra permaneció en su país produciendo embriones y crías naturales para Argentina y Estados Unidos. De esta forma “Las Tranqueras” pudo vender parte de su producción en ambos países.

Comenzamos a presentar algunos de nuestros productos en las más destacadas exposiciones y muestras de Estados Unidos obteniendo la Reservada Gran Campeona y con Thunder el Gran Campeón de la National americana, la exposición más relevante de ese país. Por primera vez en la historia de la raza, una Cabaña argentina obtuvo esta profusión de éxitos.

Mientras tanto, nuestras madres producían en Argentina toros a la altura del primer nivel internacional, permitiéndonos usarlos intensamente sobre nuestros planteles.

Varios de nuestros toros han tenido una positiva influencia en el desarrollo de la raza en la Argentina. Nuestro primer Gran Campeón de Palermo, en 1986, el recordado Hechicero, hijo del Enforcer, es el toro que ha construido la familia materna que respalda al popular Satanás. Edward, Bienvenido, Rainbow, Vagabundo, Satán, Saltarín, Thunder son algunos de esos padres destacados, a los que se agregan los nuevos Farolito y Festejado.

Haber obtenido en 2009 el Premio La Nación-Banco Galicia al Mejor Cabañero y haber recibido Marta en 2010 el Premio Clarín a la Trayectoria Ganadera, son satisfacciones inolvidables.

En 2006 iniciamos la crianza de la raza Angus adquiriendo un importante conjunto de hembras de Pedigree y Puro Controlado y embriones de vacas consagradas tanto argentinas como americanas. La respuesta a nuestra producción, en nuestros remates y en exposiciones, fue desde el inicio muy alentadora.

Las Tranqueras ha sido y sigue siendo un proyecto con una fuerte dedicación personal agregándole nuevas y renovadas esperanzas en cada ternero que nace. Trabajo que se hace posible gracias a la colaboración de quienes todos los días, en el campo, nos acompañan con sus mejores esfuerzos y a quienes nos asesoran en las diferentes especialidades.

Compartimos con orgullo la satisfacción que los resultados de la producción de nuestros reproductores de Pedigree y Puros Registrados y Controlados generan en los rodeos que, año tras año, los incorporan. Decimos que la nuestra es una “Genética de Campeones…probada a campo…para transformar su inversión en beneficios”.

Deslizar arriba
WhatsApp